LA EQUITATIVA
La mirada o es nómada o no es. Vaga por el mundo para encontrar sentidos y convertirse, así, en mirada con sentido más que seguir siendo mirada consentida. Aquella mañana, en Barcelona, camino de Paseo de Gracia. La Leica se muestra inquieta. MI mirada atiende esa llamada de la cámara y mira y busca y se erige en constructora de significados. Él se cruza conmigo y con tantos otros. Lo veo venir. La mirada al frente, cansada, callada, sumida en un mundo de laberintos sin Ariadnas. Veo al fondo el edificio que tantas veces he visto. Poderoso. Pesado. Mole dominadora. Y no sé si es la memoria de lo visto otras veces la que me empuja a observar el rótulo que desde la cima nos domina: La equitativa. Y mientras él sigue hacia mí. Punto de encuentro. Me detengo. Coloco la Leica a la altura de la cintura. Inclinación: de abajo a arriba. Cuando presiento que la imagen ya es, presiono el disparador. Fugacidad y sentido. La equitativa.