Julio Verne soñó para su viaje al centro de la Tierra que la puerta de acceso se encontraba en Islandia. Yo, por mi parte, cuando llegué a esa isla de nombre de tierra de hielo me encontré con que había viajado al origen del mundo. Un lugar donde la Naturaleza demuesta a todas horas que está viva y que es la fuerza primigenia. Un paisaje donde tú, el ser humano, sientes tu fragilidad, la inmensa pequeñez de quien está ahí de prestado y solamente hasta que esa Naturaleza decida desalojarte, echarte del paraiso. La serie "En el origen del mundo" ha dado lugar a varios portfolios. Éste, que es el primero es una toma de contacto; pero habrá más, muchos más.